Hola chicos, mi nombre es Vanessa Colmenares soy graduada en Turismo Internacional, me encanta viajar y tener aventuras increíbles en los mejores hoteles y ciudades del mundo, en esta oportunidad les hablare de una aventura que tuve en Viena, les daré un montón de consejos super útiles para que aprovechen su viaje al máximo
Viena es una ciudad con ciertas particularidades que es recomendable conocer antes de visitar. No es que vayas a morir en Viena por no haber escuchado o leído estos consejos pero creo que son cosas útiles que es bueno saber estás preparando un viaje a Viena.
Antes de nada indicar que estuve en Viena como parte de un tour por las ciudades imperiales organizado por "El Corte Inglés" como viaje de novios. Mis impresiones a este respecto las expondré al final del artículo porque entiendo que tienen un interés muy restringido.
Vienna roofs. Tejados de Viena
Los tejados de Viena desde el hotel K+K María Teresa de Viena, Austria.
La moneda en Viena.
Austria está en la zona euro y la moneda en curso es el euro. Al contrario que en Budapest o en Praga, por ejemplo, no es necesario cambiar moneda para sobrevivir en Viena si viajas, por ejemplo, desde España.
Los precios en Viena.
Los precios, en Viena, en general son altos. No son excesivos si los comparas con grandes ciudades españolas como Madrid o Barcelona pero sí se aprecian algunas diferencias y son bastante altos en relación al resto de las ciudades imperiales.
Tiempo necesario para ver Viena
Personalmente, estimo, que para hacerse una idea de lo que es Viena pueden ser suficientes 4 días, uno o dos para ver el centro de Viena y otros dos para acercarse al Prater y al palacio de Schönbrunn o al Belvedere. Si quieres visitar los palacios por dentro y patearte algunos de los numerosos jardines de Viena necesitarás alargar al menos una semana.
Ten encuenta además que es muy fácil que llueva en Viena por lo que el ritmo de las visitas puede verse relentizado e incluso es posible que tengas que prescindir de alguna. Nosotros no pudimos visitar el Prater, por ejemplo.
Vienna city hall facade. Fachada del ayuntamiento de Viena
Foto de la fachada principal del ayuntamiento de Viena. Guía de Viena
Comer en Viena
No puedo hablar con total certeza de la gastronomía austriaca porque no probé mucho, la verdad. Teniendo en cuenta los precios y la, a priori, escasa variedad en términos de comida la verdad es que preferí reservar mi capital para comer rico en Budapest (hice bien, por cierto) y mantenerme en Viena en base a comidas más sencillas y baratas.
A este respecto, comer barato en Viena, si no vas a estar mucho tiempo no es difícil. Son abundantes las cadenas de comida rápida como McDonald's o Burger King. Además, como era de esperar en el país de las salchichas, los puestos de perritos calientes están muy extendidos. Se pueden comer perritos calientes realmente enormes y muy buenos a precios muy asequibles. Además, dispersos por la ciudad hay muchísimos puestos de comida rápida.
La otra opción gastronómica, salchichas aparte, de Viena, el snichtzel, un delicioso escalope de pollo, puede ser también una opción razonable para comer o cenar.
El agua del grifo es perfectamente bebible en Viena. El sabor no es desagradable aunque pocas veces encuentro un agua comparable en calidad al agua de Madrid.
Un último apunte. No vale la pena probar la tarta Sacher en el hotel Sacher. Será muy típico y todo lo que quieras pero es un robo y la tarta Sacher no está mejor que la del Carrefour o el Mercadona.
En cambio sí que puedes entrar en la pastelería Demel, también muy famosa, y en la que, aunque cara, es imposible entrar y no comprar. Todo en esta pastelería tiene una pinta deliciosa. El sabor está acorde con la pinta.